Ronnie Cornwell era uno de los más descarados timadores con los que uno podía encontrarse en la Gran Bretaña de posguerra. Era un tipo elegante y desenvuelto, brillante y temerario, no parecía haber nadie más digno de la confianza de alguien. Lo cierto, sin embargo, era que a causa de sus enormes deudas y continuos fracasos había terminado en prisión en más de una ocasión. Aunque hasta el último día de su vida pareciera todo un hombre respetable. Así, al menos, lo recuerda su hijo John le Carré -cuyo nombre real es David Cornwell- en este extraordinario relato autobiográfico
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